Nuestro tipo de piel viene determinado por nuestra genética, pero puede variar considerablemente en función de los diversos factores externos e internos a los que esté sometida. Aquí tienes algunos consejos para cuidar tu piel teniendo en cuenta sus características propias.
1 PIEL SECA
La piel seca describe un tipo de piel que produce menos sebo que la piel normal. Carece de los lípidos que necesita para retener la humedad y formar un escudo protector contra las influencias externas. Las personas con piel seca pueden experimentar tirantez y falta de confort. ¿Cuál es la mejor manera de tratar una piel con estas características?
- Utilizar una crema hidratante que contenga estos tres ingredientes: Glicerina, Petrolato y Niacinamida , ya que es la mejor forma de mantener una piel elástica y de aspecto saludable.
- Los limpiadores faciales especiales o los jabones neutros suelen ser más suaves con la piel que un jabón antibacteriano, notarás la diferencia.
- Bebe al menos 1,5 litros de agua al día, de nada sirve intentar hidratar la piel seca del rostro si no mantienes hidratado el cuerpo.
2 PIELES SENSIBLES
La piel sensible es aquella que reacciona de forma exagerada cuando se expone a estímulos que no afectan a otras pieles, como los cambios de temperatura, la contaminación, determinados ingredientes de los productos cosméticos...
Lo ideal para tratar este tipo de piel es elegir productos con fórmulas sencillas, sin muchos ingredientes. Cuantos menos ingredientes, menos posibilidades de que alguno de ellos produzca reactividad en tu piel.
- Evita el contacto con agua demasiado fría o demasiado caliente, ya que puede dañar tu piel.
- Para la limpieza facial, opta por aguas micelares u otros limpiadores específicos para pieles sensibles.
- Es fundamental hidratar una o dos veces al día, tanto el cuerpo como el rostro. Para ello, utilice productos hipoalergénicos, de alta tolerancia y textura ligera.
3 PIEL CON ACNÉ
El acné se produce cuando los poros de la superficie de la piel se obstruyen. Los poros pueden obstruirse por sustancias presentes en la superficie de la piel. Suele desarrollarse a partir de una combinación de los aceites naturales de la piel y las células cutáneas muertas que se desprenden del interior del poro.
La piel con acné requiere cuidados específicos, desde una limpieza a fondo hasta hidratación y protección solar con productos específicamente formulados.
- Asegúrese de realizar una limpieza a fondo. En el caso de las pieles grasas o con tendencia acneica, esto es de vital importancia, ya que el sebo puede obstruir los poros. Se recomienda limpiar la piel al menos dos veces al día, por la mañana y por la noche, antes de acostarse.
- Para hidratar este tipo de piel, utilice productos no comedogénicos. Las cremas no comedogénicas son aquellas que, gracias a su textura ligera y no grasa, evitan que los poros se obstruyan.
- Es importante optar por protectores solares e hidratantes sin aceite.
4 PIELES MADURAS
La piel madura, en general, tiene una capacidad funcional disminuida, está más expuesta a los factores ambientales y tiende a desarrollar ciertas enfermedades cutáneas. Se caracteriza por ser seca y áspera al tacto, presentar arrugas y haber adquirido cierto tono amarillento, que se agrava por las irregularidades en la pigmentación. Con el tiempo, la piel pierde elasticidad, turgencia y tono, se vuelve más frágil y cicatriza peor. Sus capilares sanguíneos se dilatan más, dando lugar a las antiestéticas "venitas", llamadas cuperosis. La piel madura necesita tratamientos específicos para lucir bella, fresca y vital. Aunque no podemos detener el paso de los años, existen algunos trucos para hacerlos menos visibles y menos perjudiciales para nuestro cutis.
- Para retrasar los signos del envejecimiento, es fundamental hidratar y limpiar la piel a diario, al menos dos veces al día. Para las pieles maduras es aconsejable utilizar cremas y cosméticos específicos con activos antiedad.
- Opte por cremas antiedad. Busque un cosmético que se adapte a las necesidades de su piel. Aplícalo después de cada limpieza masajeando el rostro con las yemas de los dedos, para que penetre mejor.
- Utiliza cuidados específicos para ojos, cuello y labios. Son las zonas más propensas a la aparición de arrugas, manchas y otros signos de envejecimiento. La constancia en su aplicación es la clave.
5 PIEL GRASA O MIXTA
La piel grasa se caracteriza por una piel más gruesa y brillante y por poros dilatados en todo el rostro, en el caso piel mixta sólo en la zona T. Pueden tener tendencia a presentar puntos negros y granos.
- La limpieza es esencial para este tipo de piel, en este caso con productos que contengan activos seborreguladores y calmantes. Este tipo de producto contiene sebo que ayudan a reducir o al menos regular la producción de grasa. Además, suelen incluir compuestos calmantes para evitar una mayor sequedad o irritación cuando la piel presenta lesiones inflamatorias inflamatorias.
- La clave está en elegir productos libres de aceites y no comedogénicos. Estos productos deben ser libres de aceites y lípidos. La textura de los cosméticos también es importante. Deben ser fluidos: emulsiones sérums, geles, cremi-gel o cremas ligeras, ya que no engrasan.
- En la rutina de mañana y noche es aconsejable utilizar un sérum seborregulador y una crema hidratante ligera de base acuosa.Hidratante ligera a base de agua y por la noche algún activo diseñado para mejorar el acné y/o la la producción de grasa: retinol, ácido glicólico o ácido salicílico.